PIPER ALPHA – APRENDIENDO DE LA HISTORIA

¿Sabes la diferencia entre una intervención a pozo y un workover?
10 julio, 2020

A nivel mundial durante el mes de julio la industria de hidrocarburos conmemora 32 años de un evento que cambió su rumbo en la historia. En esta importante fecha, 167 héroes perdieron su vida en uno de los sucesos más trágicos del sector.

Ésta es su historia, y cómo desde Petroland incorporamos las vivencias del sector para diseñar, implementar y ejecutar políticas y estrategias con estrictos controles en seguridad.

Petroleras Piper nació como un complejo empresarial que incluía cuatro compañías. Con el pasar de los años su transformación derivó en una única empresa conjunta denominada OPCAL (Occidental Petroleum Corporation), que en el año de 1972 obtuvo una licencia de explotación de petróleo para el mar Norte, al noroeste de Aberdeen (Escocia).

Un año después de obtenida la licencia, la zona petrolífera conocida como Campo Petrolífero Piper es descubierta. Para dar inicio a su explotación se pone en marcha la fabricación e instalación de la plataforma marítima petrolera y su estructura de apoyo en tierra. La producción petrolífera dio inicio formalmente en el año 1976, con una estimación aproximada de 250.000 barriles de petróleo por día. Esta producción se incrementó de manera gradual hasta llegar a 300.000 barriles diarios, lo cual la hacía uno de los descubrimientos más relevantes de la época.

El 6 de julio de 1988 a las 12:00 horas sobre la plataforma Piper Alpha se encuentran 226 personas laborando. Ese día, durante las tareas matutinas, un equipo técnico estuvo revisando la válvula de seguridad de la bomba de presión “A”, la cual fue retirada para un mantenimiento rutinario. Dicho mantenimiento estaba programado para realizarse dos semanas atrás, pero por temas de agenda no se ejecutó. Los encargados de tal labor, en el afán de ganar tiempo y agilizar el mantenimiento, al retirar la válvula proceden a sellar la tubería temporalmente con un disco plano metálico. El mantenimiento de la bomba de presión toma más tiempo del programado y a las 21:45 p.m, la bomba B de Gas Licuado de Petróleo (GLP) se detiene y no se logra activar nuevamente, por lo que es indispensable poner en funcionamiento de nuevo la bomba “A” o de lo contrario no se garantizaría el suministro de energía.

Se realiza la revisión del proceso de instalación de la bomba “A” pero ningún operario se percató del disco metálico puesto para sellar la válvula temporalmente. El personal buscó el permiso de trabajo realizado pero nadie pudo encontrarlo. Como consecuencia en las demoras en el mantenimiento, el personal que había quitado la válvula se encontraba en descanso y el nuevo turno que ya se hallaba trabajando en el lugar, buscando agilizar la instalación de la válvula, creó otro permiso de trabajo desconociendo la ubicación del disco metálico puesto por el turno anterior. Teniendo en cuenta que la bomba se encontraba ubicada en una zona diferente al sitio donde se hallaba situada la válvula, al momento de instalarla nuevamente nadie se percató de tal error.

Una vez instalada la bomba se procede a encenderla y el gas comienza a fluir, pero la ausencia de la válvula de seguridad impide controlar la sobrepresión que el disco de metal era incapaz de soportar.

Para ese momento la fuga de gas es demasiado alta y la presión es perfectamente audible. Varios empleados activan las alarmas de gas, incluida la de “Alto Nivel”, pero ya era demasiado tarde. El gas explota rompiendo los paneles cortafuegos diseñados para una emergencia petrolera y no de gas. El personal activa la parada de emergencia, al igual que el cierre de grandes válvulas ubicadas con el fin de minimizar el ingreso de gas por las líneas de producción de petróleo y de gas. El fuego y el humo circundante hacen imposible la evacuación del personal de manera oportuna. Finalmente, cuarenta y cinco minutos después de iniciada la emergencia, la totalidad de la plataforma estaba destruida. El módulo A era todo lo que quedaba del Piper Alpha. En total 167 trabajadores perdieron la vida, incluyendo dos rescatistas de Sandhaven, 61 personas sobrevivieron y los cuerpos de 30 personas nunca fueron encontrados.

En reconocimiento a estos hombres y mujeres que perdieron la vida en el accidente del Piper Alpha, desde Petroland honramos su memoria, y sabemos que nuestro compromiso con la seguridad industrial, ambiental y la calidad va más allá de los requisitos de nuestro sistema de gestión. La seguridad hace parte de nuestra cultura. En todos nuestros equipos, desde el de menor capacidad hasta nuestra flota de equipos de perforación, a través de nuestras múltiples políticas y estrategias HSEQ velamos para que este tipo de accidentes nunca vuelvan a suceder en la historia moderna de la industria de hidrocarburos.

Autor: Jessica Medina – Equipo HSEQ